El presidente del Consejo General de la Abogacía
Española, Salvador González, ha impuesto hoy la Cruz al Mérito en el Servicio de la
Abogacía a Manuel Caballero, decano del Colegio de la Abogacía de Alicante entre
1977 y 1987 y consejero de la Abogacía Española en ese mismo periodo.
González subrayó que se trataba de un reconocimiento compartido por toda la
Abogacía, no solo por el Colegio de Alicante. «Un acto muy emotivo y especial para
todos: para la Abogacía alicantina, para su Colegio y, os lo aseguro, también para mí y
para toda la Abogacía Española», señaló.
Durante su discurso, repasó la intensa trayectoria profesional e institucional de
Caballero, con más de medio siglo de ejercicio en primera línea de la Abogacía,
subrayando que la condición de abogado acompaña toda la vida.
El presidente del Consejo General destacó también la unanimidad que siempre rodeó
la figura de Caballero. «Lo que aquí le hemos entregado es un símbolo. Un símbolo de
gratitud, de orgullo y afecto», subrayó, recordando que la Abogacía es heredera del
esfuerzo y el compromiso de quienes la precedieron. El presidente de la Abogacía
concluyó con un mensaje claro: la obligación de no olvidar y de agradecer a quienes,
como Manuel Caballero, «fue el germen de muchas cosas buenas, él las promovió, él
las impulsó y él las hizo posible. Así lo reconoce con esta Cruz toda la Abogacía
Española».
El decano del ICALI, por su parte, señaló que «Manuel supone una figura decisiva
para el Colegio de la Abogacía de Alicante, no solo impulsó la creación de la Escuela
de Práctica Jurídica, sino que vertebró el Colegio a través de las delegaciones y
representó a la abogacía alicantina en multitud de foros nacionales e internacionales.
Hoy ponemos en valor nuestra deuda con el decano honorario del ICALI, por su
trabajo realizado en la mejora de la profesión, que es incalculable».
La abogada, presidenta honoraria de la Agrupación de Mujeres Abogadas del ICALI, y
miembro de Junta de Gobierno con Manuel Caballero, Concepción Collado, fue la
encargada de enlazar la figura del decano honorario a través de la laudatio, en la que
destacó la pasión de Caballero por «el libre ejercicio de la profesión de abogado».
Tras la imposición de la Cruz, el decano honorario del ICALI y hoy homenajeado
agradeció el reconocimiento y subrayó que, tras seis décadas en ejercicio, su deseo
está lejos de retirarse, sino todo lo contrario, «quiero seguir siendo útil a la sociedad,
quiero trasmitiros mi deseo de continuar, de seguir al pie del cañón, de sentirme hasta
el último suspiro de mi vida, abogado».





